Para la mayoría de las personas, la idea de tener vacaciones sin visitar la playa o abstenerse de realizar actividades al aire libre dista mucho de lo que sería un descanso ideal. Sin embargo, durante las últimas décadas el desgaste de la capa de ozono ha obligado a tomar ciertas medidas antes de exponerse a la radiación del astro, con objeto de aminorar las posibilidades de efectos negativos en la piel o la presencia de melanomas.
En opinión del ex docente del Departamento de Física de la Universidad de Antofagasta, Luis Vallejo “el lento pero continuo deterioro de la capa de ozono registrado en latitudes medias y altas viene a agravar la situación ya que, como es ampliamente conocido, el ozono estratosférico es particularmente efectivo como absorbente de radiación UV”. De allí que el académico publicara en 2003 un estudio respecto a los efectos de estos rayos en las personas, titulado “Índice Ultravioleta”.
En opinión del ex docente del Departamento de Física de la Universidad de Antofagasta, Luis Vallejo “el lento pero continuo deterioro de la capa de ozono registrado en latitudes medias y altas viene a agravar la situación ya que, como es ampliamente conocido, el ozono estratosférico es particularmente efectivo como absorbente de radiación UV”. De allí que el académico publicara en 2003 un estudio respecto a los efectos de estos rayos en las personas, titulado “Índice Ultravioleta”.
Medición del riesgo ultravioleta
Vallejo explica que “si la cantidad de radiación UV es suficientemente alta, la habilidad de autoprotección de algunas especies vegetales se ve superada y el sujeto puede resultar dañado. Este hecho también afecta a los seres humanos, en particular a la piel y a los ojos”. Es justamente la necesidad de medir los índices perjudiciales los que llevaron a la definición de un parámetro que ha sido estandarizado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Organización Meteorológica Mundial (OMM), el Programa Medioambiental de las Naciones Unidas (UNEP) y la Comisión Internacional de Radiación No-ionizante (ICNIRP).
En ese índice existen distintos niveles de peligrosidad:
- Rojo: donde una persona puede estar entre 10 y 36 minutos expuesta al sol.
- Naranjo: Se considera Alto. Permite a un individuo estar entre 17 y 51 minutos.
- Amarillo: se representa a la radiación de carácter medio, ante la cual se puede extender la presencia al sol de un sujeto desde los 25 a los 72 minutos.
- Verde: Se identifica el grado de riesgo bajo (primeros cuatro niveles). Acá la exposición tiene un períodoentre los 37 minutos a las 6 horas antes de generar complicaciones.
Para el también Master en física, éstas cifras dependen de otros factores, como por ejemplo el tipo de piel de las personas (existen seis categorías). Quienes tienen el cutis blanco (I-II) corren con desventaja en comparación a aquellos de tonos cafés (V-VI) o con facilidad para broncearse (III-IV). Según un estudio de laUniversidad de Chile el 36% de la población chilena posee una dermis con esa característica.
“Las personas de piel blanca están mucho más expuestas al peligro del sol y a desarrollar cáncer. El ser más sensible a la radiación se puede determinar a simple vista, ya que basta con fijarse cuál es la tendencia al broncearse. Si la piel se pone muy roja es más vulnerable. Esas son las más sensiblesya que el sol derechamente las quema”, explica Vallejo.
La importancia de los factores solares
Al momento de protegerse hay que recurrir a vestimenta apropiada que cubra las zonas del cuerpo sensibles, gafas de sol y bloqueador. El factor de este último dependerá del tipo de piel y del índice de riesgo UV, por ejemplo alguien de dermis blanca (I) expuesta a un nivel de riesgo superior a 10 deberá usar un factor 60, por el contrario un sujeto con una piel de fácil bronceado (IV) en una situación de peligrosidad entre 1 y 3, sólo será necesario que emplee un factor 6.En el país, la Dirección Meteorológica de Chile entrega un pronóstico cada 24 horas y en él se determina la cantidad de radiación UV que recibirá la superficie terrestre durante lo que se conoce como mediodía solar, es decir el período de mayor fuerza de los rayos ultravioleta. Dicha medición se hace para las ciudades de Iquique, Valparaíso, Santiago, Valdivia, Puerto Montt, Coyhaique, Punta Arenas y la Antártica.
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